Todos los guantes GORE-TEX® se someten a unas exhaustivas pruebas de calidad. Si un guante no supera los altos estándares de calidad GORE-TEX®, su diseño debe ser revisado y modificado.
En esta prueba (no destructiva) se usa aire comprimido para verificar la impermeabilidad del guante a una presión de 2 psi durante 5 segundos.
La presencia de burbujas en el agua indica la existencia de fugas.
En esta prueba se comprueba que el forro y los dedos se mantienen unidos a la capa exterior del guante y que no se mueven al sacar el guante.
La fuerza de retención mínima es de 2 kg.
Esta prueba consiste en bombear vapor caliente en el guante, éste se pesa antes y después del test. La transpirabilidad se mide calculando cuanto vapor ha escapado
En esta prueba se mide la resistencia al agua del material exterior.
Cuantas menos gotas de agua se adhieran al tejido, mejor, puesto que los tejidos con una impregnación insuficiente absorben el agua, se vuelven pesados y provocan una pérdida de calor.